fbpx

55 6810 1894

hola@puntodepartida.org.mx

Aviso de privacidad

Durante muchos años he escuchado y buscado en mi propia historia las razones de mi adicción, he escrito interminables hojas describiendo mi incapacidad para manejar mi vida y sus componentes externos e internos. Sé que no se trata de mi vida el descubrir los factores que pudieron evitar mi problema, tampoco de buscar responsables o culpables. Hoy que veo mi historia con cierta distancia y gracias al par de clases de prevención que tuve cuando intenté experimentar en la especialidad, he comprendido la enorme importancia de la prevención. - Alejandro García

¡DE HABER SABIDO…LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN!

 Por: Alejandro García

   Durante muchos años he escuchado y buscado en mi propia historia las razones de mi adicción, he escrito interminables hojas describiendo mi incapacidad para manejar mi vida y sus componentes externos e internos. Sé que no se trata de mi vida el descubrir los factores que pudieron evitar mi problema, tampoco de buscar responsables o culpables. Hoy que veo mi historia con cierta distancia y gracias al par de clases de prevención que tuve cuando intenté experimentar en la especialidad, he comprendido la enorme importancia de la prevención.

     Cuando un adicto ya tiene el problema y se decide estudiar consejería o una especialidad, busca en realidad los motivos de su propia problemática, así como ayudar a personas que ya han desarrollado el problema y que se encuentran en situaciones muy complejas, para las cuales se necesitan grandes esfuerzos y los resultados son pobres. Descubrir la prevención, se convierte en una fina veta de donde pueden surgir nuevos tesoros y motivos para alguien que desea servir en el complejo, pero apasionante mundo de las adicciones.

    El entender que los estudios basados en conocimientos empíricos aplicados a la ciencia han dado resultados tan positivos en el campo de la prevención, es muy alentador. Saber que no todos los jóvenes tienen que vivir el infierno de las adicciones si se trabaja de forma conjunta me ha brindado una gran esperanza, puede no tratarse de remediar, si no de prevenir.

     Los elementos fundamentales del trabajo de la prevención para las adicciones son los factores de riesgo y protección. Quisiera definir, según la lectura (Becoña et al 190) los factores de riesgo y protección:

  • Factor de riesgo: Atributo y/o característica individual, condición situacional y/o contexto ambiental que incrementa la probabilidad del uso y/o abuso de las sustancias o una transición en el nivel de implicación de las mismas. (Clayton, 1992 p.16)
  • Factor de protección: Atributo o característica individual, condición situacional y/o contexto ambiental que inhibe, reduce o atenúa la probabilidad del uso y/o abuso de drogas o la transición en el nivel de implicación de las mismas (Clayton, 1992 p.16)

 Como podemos observar, ambas definiciones son extensas e inclusivas ya que, como la misma enfermedad de la adicción, los factores suelen estar compuestos por diversas variables, por eso el uso de la estadística en los estudios presentados en el capítulo es fundamental. Existe una relación de probabilidad, a mayores factores de protección, menor riesgo de consumir sustancias o de desarrollar la enfermedad a mayores factores de riesgo, mayores probabilidades de desarrollar la drogodependencia (Jessor, 1995)

  Para algunos autores como Moncada (1997) existen dos tipos de factores de riesgo, los medioambientales y los factores de riesgo del individuo y sus relaciones con el entorno, si analizamos a este como al resto de los autores, podríamos dividir a factores externos e internos del individuo para medir su vulnerabilidad ante la capacidad de desarrollar una drogodependencia.

   El capítulo tiene mucha información, pero detalla los patrones bio-psico-sociales de los factores de riesgo y de protección, explica la presencia de la vulnerabilidad genética, que determina una propensión al desarrollo de la dependencia. Señala los factores estructurales del individuo como medio tanto de protección como de riesgo, como las enfermedades mentales y los problemas psicológicos como riesgo o la inteligencia como protección.

   La explicación sobre la importancia de los factores sociales es amplia y contundente. Se divide en: Niñez, adolescencia, vida adulta temprana y adulta.

  En la niñez los roles de los padres es fundamental, actitudes como la tolerancia al consumo de sustancias sean estas legales o ilegales es muy peligrosa, la falta de comunicación la perdida de los roles, el consumo por parte de algunos de los adultos modeladores, divorcios, falta de la madre (que suele ser la encargada de la crianza) se convierten en serios factores de riesgo para el consumo de sustancias, si por el contrario, existe armonía comunicación y roles bien definidos esto se convierten en factores de protección.

  En la adolescencia, aparece una figura muy importante, los pares, sus compañeros de la escuela sus amigos, si bien es cierto que los padres pueden tener inferencia sobre la conducta de los amigos de sus hijos (si estos mantienen una relación con sus hijos que les permita ser un factor de protección), también se sabe que si el mejor amigo de un adolescente consume sus probabilidades de consumir aumentan a un 80%. Este ejemplo lo doy, porque es interesante observar que los factores de riesgo y protección funcionan como una balanza y por lo tanto están sujetos a sus elementos de forma sistémica.

   Muchos de los adolescentes que presentan conductas antisociales (factor de riesgo) y que consumen, normalmente llevan estas conductas a su vida de jóvenes adultos.

    Es importante observar los factores tanto de riesgo como de protección que brinda la comunidad, como uno de los factores, después de la familia, para el desarrollo de alguna adicción, algunos de estos factores tienen que ver con problemas de vulnerabilidad social, los pobres ingresos, el hacinamiento, la pobreza y la violencia en las zonas suburbanas y marginadas. Por otro lado, las migraciones por cuestiones económicas y la absorción a diferentes culturas, la pobre o inexistente legislación del uso abuso y tráfico de sustancias y finalmente la enorme disponibilidad que existen de estas ya sean legales o ilegales.

   Dentro de los factores culturales y educativos esta la percepción del riesgo de una u otra sustancia, el capítulo lo describe de forma extensa, pero a mí me queda muy claro con el ejemplo del mito urbano, que se ha dado a partir del uso de la marihuana; ideas como: “No hace daño, porque es natural”, “Hace más daño el cigarro” o la defensa de algunos políticos a la legalización de esta droga, que nos permite darnos cuenta del porqué de su nefasto mandato, pobre, ¡estaba Marihuano! ¡Solo así se pudo haber casado con Martita!

   La escuela y el desempeño en ella también son muy importantes, no es lo mismo estar en un colegio Montessori con 10 compañeritos por maestra a una vorágine de 50 alumnos por salón, y definitivamente el desempeño académico es directamente proporcional a las conductas positivas y a la búsqueda de crecimiento. Las conductas antisociales, que se dan en la escuela tienden a replicarse en la calle y muchas veces estas mismas conductas son réplicas de lo que se ve en casa.

    Algo que no debe de escapar en el trabajo de prevención es el hecho de que muchas personas consumen como una forma de automedicación, esto se puede prever a través de servicios psiquiátricos y médicos, curiosamente, este es un factor que se retroalimenta de varios de los anteriores, la pobreza o escases de recursos, la falta de conocimiento o de atención por parte de los padres o de los maestros y es que es sabido que una gran parte de los adolescentes que se enganchan rápidamente en el consumo, se están en efecto auto medicando. Uno de estos trastornos que es muy significativo es el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, cuestión que según mis propias observaciones llevan a muchos jóvenes a consumir cocaína o metanfetaminas. Esto no viene en la lectura, pero yo estoy convencido de que, dependiendo del trastorno, el joven va a buscar una sustancia de predilección, en el caso de personas que sufren depresión y ansiedad, normalmente buscan depresores del sistema nervioso como son el alcohol o los benzodiacepinas.

   Algo que no quisiera dejar de lado, por su importancia como dato, es la necesidad de retrasar el consumo ya que en casi todos los estudios (Anthony y Petronis, 1995, Gilvery 2000) señalan que el consumo de alguna sustancia antes de los 15 es un importante factor para el desarrollo posterior de la dependencia. 

       Finalmente, los procesos en los factores de riesgo y protección están muy vinculados al desarrollo como seres humanos integrales, con una vida intelectual, familiar, comunitaria y de salud integral, con una búsqueda de armonía dentro de todos estos ámbitos del ser humano. La resiliencia puede ser el factor que confirme la regla, pero no podemos esperar a que esto suceda. En nuestra labor como consejeros, no vamos a fungir como terapeutas, pero si podemos ser un elemento de protección y prevención para muchas personas que en este momento se encuentran inmersas en diversos factores de extremo riesgo. Podemos ser canales de información. Hoy más que nunca me queda claro, que una vez desarrollada la dependencia el camino es largo, desgastante y costoso. Lo mejor de una enfermedad es que no exista y esa es tarea de la prevención.

 Becoña Iglesias, Elisardo, Edita Ministerio del interior. Madrid (2002).  5 Factores de riesgo y protección. Bases científicas de la prevención de las drogodependencias. : p.p. 189-261

 

¿Alguien que conoces necesita ayuda?

¿Tienes un familiar o un amigo que se resiste a recibir tratamiento?
¿Conoces a alguien que tiene miedo a dar el primer paso?

¿Necesitas ayuda?


55 6810 1894

55 5135 5298

hola@puntodepartida.org.mx

CONTACTO

Abrir chat
Chatea con nosotros