Fármacos
Medicamentos de prescripciónEl consumo indebido o abuso de medicamentos de prescripción ocurre cuando una persona toma un medicamento recetado que no le fue prescrito o lo toma en una dosis o por razones distintas de las prescritas. El abuso de medicamentos de prescripción puede producir efectos graves para la salud, incluyendo la adicción.
Las clases de medicamentos de prescripción que se suelen abusar incluyen los opioides (recetados para el dolor), los depresores del sistema nervioso (recetadas para la ansiedad y los trastornos del sueño) y los estimulantes (para el TDAH y la narcolepsia).
El uso prolongado de los opioides o de los depresores del sistema nervioso puede llevar a la dependencia física y a la adicción. Los opioides pueden producir somnolencia, estreñimiento y, dependiendo de la cantidad que se toma, pueden reducir la respiración.
Si se los toma en ocasiones repetidas o en dosis altas, los estimulantes pueden causar ansiedad, paranoia, temperatura corporal peligrosamente alta, latido irregular del corazón o convulsiones.
En muchos de los casos, el paciente llega a un estado de adicción a los medicamentos de forma casi inadvertida, incluso a partir de un tratamiento médico mal administrado o demasiado prolongado.

En personas con predisposición genética a la adicción generan tolerancia en su consumo y síndrome de abstinencia cuando hay ausencia del medicamento, provocando un efecto contrario para el que fueron diseñadas, aumentando el nerviosismo, irritabilidad, insomnio, pérdida de apetito, angustia, confusión y agresividad.
En Punto de Partida contamos con un equipo profesional formado por una área médica, encargada en la primera etapa del tratamiento de implementar un protocolo de desintoxicación y deshabituación personalizado que ayuda a que el paciente atraviese por este proceso de forma segura. Se realiza también un diagnóstico del daño físico y del grado de consumo.
Posteriormente, en la segunda etapa el área terapéutica, conformada por terapeutas profesionales especializados en diferentes áreas de la psicología (sistémica, psicodinámica, Gestalt, cognitiva) ayudarán a la persona a reflexionar y desarrollar una conciencia de la enfermedad que padece, además de fortalecer sus habilidades personales, tanto mentales como emocionales, para que pueda adquirir un estilo de vida que le permita mantener su abstinencia y mejorar su calidad de vida.
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