fbpx

55 6810 1894

hola@puntodepartida.org.mx

Aviso de privacidad

Cuando hablamos de trastornos de la personalidad, padecimientos psiquiátricos y psicológicos, requerimos hablar y contemplar las actitudes que ayudan a la recuperación y el sobrellevar dichas circunstancias. Hay una diferencia importante y práctica, en dos actitudes que mucha gente llega a confundir. El afrontar y el confrontar. - Alenka Ruiz

FRONTAR Y CONFRONTAR

Por. Mtra Alenka Ruiz

Cuando hablamos de trastornos de la personalidad, padecimientos psiquiátricos y psicológicos, requerimos hablar y contemplar las actitudes que ayudan a la recuperación y el sobrellevar dichas circunstancias. Hay una diferencia importante y práctica, en dos actitudes que mucha gente llega a confundir. El afrontar y el confrontar.

Afrontar es cualquier actividad que el individuo y su contexto, puede poner en marcha, tanto de tipo cognitivo como conductual, con el fin de enfrentarse a una determinada situación. O sea, es todo aquello que hacemos para hacer frente a las situaciones estresantes y así reducir el estado de malestar. Tanto de quien lo padece como también de nosotros mismos.

Confrontar es entendida como un choque relativamente violento entre fuerzas opuestas, y tiene como propósito reducir la ambigüedad e incongruencias en la experiencia y comunicación de la persona. La confrontación es una estrategia de psicoterapia que, en algunos casos; utilizan las demás personas (familia, amigos, pareja, hijos) y que evidentemente, si no se sabe manejar; tiende a percibirse como una agresión y rechazo hacia la persona, por lo tanto, el resultado es contraproducente y/o completamente diferente al que posiblemente se tenía la intención.

A continuación, daré una contribución para poder afrontar muchos de los trastornos y padecimientos que tenemos en nuestra atención dentro de la clínica.

Son pautas generales, que somos capaces de llevarlas a cabo, podría influir positivamente en la evolución de la salud de los pacientes.

Estas pautas pueden ayudar a las familias a afrontar juntos:

  • Aceptación. Todo es posible cambiar, si se acepta por completo. Las enfermedades y trastornos existen, no dependen si crees o no en ellas, se manifiestan aun con tus creencias o dudas. Acepta lo que está ocurriendo ya que, si no hay aceptación siempre puede haber empeoramiento. 
  • Tomate en cuenta: Revisa y atiende todo lo que pasa contigo emocional y físicamente; debido a las circunstancias por la que estas pasando es normal que te afecte y el autocuidado es parte elemental de la recuperación tuya y de los demás. 
  • Salvaguardar y mantener nuestra paz. Es difícil estar tranquilos en situaciones así, sin embargo, un clima de tranquilidad personal y colectiva siempre favorece la mejoría. 
  • Compromiso y consistencia. Comprometernos a la mejoría a toda costa. Si nuestras acciones dependen solo de cierto estado de ánimo, del cansancio, o son meramente circunstanciales, entonces las pautas no servirán. 
  • Mantener la misma postura, mantener una estructura y rutina respecto a las decisiones tomadas, más organización de los roles en casa y menos estrés siempre ayuda a la persona afectada a estar más estable. Todos requieren mejorar y avanzar, no solo el paciente. 
  • Aprender a ver a largo plazo. Hay que resistir apresurar a la recuperación de la enfermedad. El camino suele ser complicado, largo y con algunos pormenores; se trata de sostener la paciencia, de aceptar la evolución de la enfermedad y afrontar lo que venga. 
  • Acuerdos y contratos. Ser y hacer un frente común, saber lo que hay y es posible hacer, así mismo lo que no debe hacerse. 
  • Trabajo coordinado entre red de profesionales/red de apoyo. Todos requerimos caminar juntos, es importante que exista confianza en el tratamiento y estemos abiertos a ir en la misma línea para que los resultados sean más prolongados y sostenibles. Si no estás de acuerdo con algo de la red profesional de salud, siempre requieres comunicarlo. 
  • Menos, siempre, es más. Es importante a estar atentos a los logros, a lo que sí sucede, reconocer el esfuerzo, comprender la dificultad. Es muy diferente cuidar a vigilar, estar detrás de la persona a cualquier cosa que haga o deje de hacer puede ser más abrumador que motivante. 
  • Atender: en el amplio aspecto de la palabra. Desde poner atención, como atender aquello que llama la atención. Dar la importancia justa a los problemas. Hay que fijarnos en las conductas y logros, mas que solo en lo que interpretamos de ello. 
  • Controlar demasiado, hipervigilar: también indica desbalance y descontrol. Aprendan juntos la medida de lo que se puede y no se puede controlar y aprendan a soltar. Cambien las expectativas y prioridades para enfocarse más en lo que le da sentido, propósito o satisfacción. 
  • Amor: no olvidar que amamos a la persona que esta padeciendo y no olvidar que tenemos que amarnos y cuidarnos a nosotros mismos en esta circunstancia. Que en casa “todos” somos importantes y a “todos” nos esta ocurriendo esto.

La recuperación y rehabilitación siempre es un conjunto de factores y conductas que vamos haciendo y vamos evaluando y comprobando si funcionan o no, “la recuperación, es un proceso no un suceso”.

 

 

¿Alguien que conoces necesita ayuda?

¿Tienes un familiar o un amigo que se resiste a recibir tratamiento?
¿Conoces a alguien que tiene miedo a dar el primer paso?

¿Necesitas ayuda?


55 6810 1894

55 5135 5298

hola@puntodepartida.org.mx

CONTACTO

Abrir chat
Chatea con nosotros